Vasos frágiles

Milagros García Klibansky
Milagros García Klibansky

RESUMEN: Las mujeres somos protectoras y a menudo nos enfocamos en proteger a nuestra familia en lugar de cuidar de nosotras mismas. Sin embargo, es importante cuidar nuestro aspecto físico y nuestro cuerpo para mantener a nuestros esposos enamorados y atraídos hacia nosotras. Los hombres también tienen un papel importante en esto, deben admirar y reconocer las virtudes de sus esposas. La indiferencia y el maltrato pueden destruir la autoestima de una mujer y es importante recordar que Dios nos valora y nos considera piedras preciosas. Los hombres deben cumplir con el rol que Dios les asignó de cuidar de nosotras y amarnos como Dios nos ama.

Nuestro esqueleto está provisto de 206 huesos. Algunos de ellos son de sostén, pero otros son protectores. Entre los huesos protectores tenemos las costillas y no es casualidad que las mujeres hayamos sido formadas a partir de una de ellas.

Las mujeres somos protectoras por naturaleza y esa protección rara vez va dirigida hacia nosotras mismas, nosotras protegemos el nido. En ocasiones, esta protección llega a convertirse en una obsesión, cualquier cosa que no cumpla este propósito, deja de ser importante para nosotros, incluso nuestro aspecto físico y nuestro cuerpo, templo del espíritu.

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