El valor de la Biblia como nuestra única regla de fe y práctica
Ser el pueblo de la Biblia significa que reconocemos que es la palabra de Dios y tiene autoridad final sobre todas las cosas. Nehemías y Esdras lideraron al pueblo de Dios en la lectura y el arrepentimiento de la Ley de Dios, reconociendo sus rebeliones y pidiendo su misericordia. Necesitamos volver a las Escrituras para ser confrontados y obedecer su palabra para tener renovación espiritual. La palabra de Dios es un tesoro insondable y una fuente inagotable de verdades que necesitamos aprender y grabar en nuestros corazones para vivir el gozo del Señor. El arrepentimiento y la confesión del pecado mueven el corazón de Dios y nos imparte su perdón. En este mundo de ruinas y valores abandonados, la palabra del Señor trae luz y esperanza.
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