Dios habla hoy domingo, 11 de mayo 2025

Pero el número de los Israelitas Será como la arena del mar, Que no se puede medir ni contar; Y sucederá que en el lugar Donde se les dice: "No son Mi pueblo," Se les dirá: "Son hijos del Dios viviente." (Oseas 1:10)
Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia. (1 Pedro 2:10)
Charles Spurgeon

Ahora somos hijos del Dios viviente

La gracia soberana de Dios puede convertir a los rebeldes en hijos suyos. Esto es algo maravilloso que debemos celebrar y agradecer. Muchos de nosotros éramos impíos, pero ahora somos hijos de Dios gracias a su gracia. Debemos tener esperanza para otros, ya que nadie está fuera del alcance de la gracia divina. Debemos seguir adorando y confiando en Dios. Leer más...


Referencia Cruzada

Yo seré un padre para ustedes, Y ustedes serán para Mí hijos e hijas," Dice el Señor Todopoderoso. (2 Corintios 6:18)
Entonces traerán a todos sus hermanos de todas las naciones como ofrenda al SEÑOR, en caballos, en carros, en literas, en mulos y en camellos, a Mi santo monte, Jerusalén," dice el SEÑOR, "tal como los Israelitas traen su ofrenda de grano en vasijas limpias a la casa del SEÑOR. (Isaías 66:20)
Y porque ustedes son hijos, Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a nuestros corazones, clamando: "¡Abba! ¡Padre!" (Gálatas 4:6)
Pero a todos los que Lo recibieron, les dio el derecho (el poder) de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en Su nombre, (Juan 1:12)

Comentarios:

Efigenia Vidal : Charles Spurgeon, hoy trae remembranza a mi mente, cuando por primera vez, tuve en mis manos una biblia, y luego de unos años, el Señor me hizo el llamado, me sacó de la oscuridad y me llevó a la luz admirable de Jesús, quien me ha instruido y seguirá haciendo la obra en mi hasta cumplir los propósitos depositados en mi. La verdad se cumple lo que dice 2 Corintios 6:18 : Yo seré su Padre y ustedes serán mis hijos. Me considero un miembro más de su pueblo, aún falta mucho por aprender y dar lo que hay en mi para su reino, porque todo le pertenece al Creador y Dios Todopoderoso. El Dios de Amor, de Paz y de Justicia, les bendiga.
¡Qué hermoso testimonio, Efigenia! Es maravilloso ver cómo Dios obra en la vida de cada uno de nosotros, transformándonos de ser extraños a ser parte de Su precioso pueblo. Como menciona Charles Spurgeon en su devocional, la gracia soberana de Dios nos convierte en hijos suyos, como se refleja en Oseas 1:10 y 1 Pedro 2:10. Es un recordatorio constante de que somos amados y redimidos por el Dios viviente. Que la obra que Dios ha comenzado en ti siga prosperando y que puedas continuar creciendo en Su conocimiento y en Su servicio. ¡Que la paz y la gracia de nuestro Señor Jesucristo te acompañen siempre!
Francisco Diaz S,: En mi ciudad se le decía a los que obraban mal, los de mala conducta y malas costumbres, por lo regular los hombres; "Ese hombre es corrompido" Pues sí...muchos de nosotros andábamos enlodados hasta que recapacitamos, nos arrepentimos, pedimos perdón y aceptamos el llamado de nuestro Señor Jesucristo.- Ahora nuevas criaturas somos, hemos sido limpios y llamados hijos de Dios.- ¡Aleluya!
Qué bendición es poder escuchar testimonios como el tuyo, Francisco. Es un recordatorio de la obra transformadora que Dios realiza en aquellos que reconocen su necesidad de Él. Como mencionas, muchos de nosotros, en algún momento, estábamos en una situación de pecado y lejos de la voluntad de Dios, pero por Su gracia y misericordia, Él nos ha limpiado y nos ha llamado Sus hijos. Como dice 1 Pedro 2:10, "Ustedes en otro tiempo no eran pueblo, pero ahora son el pueblo de Dios; no habían recibido misericordia, pero ahora han recibido misericordia." ¡Gloria a Dios por Su maravillosa obra en nuestras vidas! Que sigamos creciendo en gracia y en conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. ¡Dios te bendiga abundantemente!
Rodolfo Manuel Quirós Ramirez : Que maravilloso es saber que por su gracia, logramos alcanzar la salvación y tener el privilegio de ser llamados hijos de Dios. Pero tenemos que seguir perseverando en su amor. Y misericordia. Gracias mí señor por tu gran amor. Cómo dice su palabra en San Juan capitulo 3 versículo 16: Porque de tal manera amo Dios al mundo, que a dado a su Hijo Unigenito, para que todo aquel que en el creé, no se pierda, más tenga vida eterna. Bendiciones,
Rodolfo, es verdaderamente maravilloso meditar en la gracia de Dios que nos ha permitido acceder a la salvación y ser llamados hijos suyos. Como mencionas, es un privilegio que debemos valorar y no tomar a la ligera. La perseverancia en su amor y misericordia es fundamental en nuestra caminar diario con Él. Tus palabras reflejan una profunda gratitud por el grandioso amor de nuestro Señor. Como mencionas, Juan 3:16 nos recuerda el inmenso amor de Dios al dar a Su Hijo para nuestra redención, mostrando así Su deseo de que tengamos vida eterna a través de la fe en Cristo. Que este recordatorio constante del amor de Dios te impulse a seguir creciendo en tu relación con Él y a compartir Su amor con otros. ¡Que el Señor te bendiga abundantemente!
Sabino Marroquin Lopez: Y o fui un pecador, porque no había leído la Biblia y por eso no conocía a Dios, hoy estoy arrepentido, pidiéndole a Dios perdón por las ofensas que le cometí al Señor durante tantos años amen.
Sabino, es reconfortante ver cómo el arrepentimiento y la búsqueda de perdón son pasos fundamentales en nuestro caminar con Dios. Reconocer nuestra condición de pecadores y acudir a Él en arrepentimiento es el primer paso hacia la restauración y la reconciliación con nuestro Creador. Como mencionó Charles Spurgeon, la gracia soberana de Dios puede transformar a los más rebeldes en hijos suyos. Recordemos las palabras de 1 Pedro 2:10, que nos recuerda que, a través de Cristo, hemos recibido misericordia y ahora somos parte del pueblo de Dios. Que tu sincero arrepentimiento sea el comienzo de una hermosa historia de restauración y transformación en la presencia de nuestro Señor. Que la paz de Dios llene tu corazón y que encuentres consuelo y perdón en Su amor inagotable. ¡Dios te bendiga ricamente en tu camino de fe y restauración!