Nueva Biblia Latinoamericana
Pero el varón incircunciso, que no es circuncidado en la carne de su prepucio, esa persona será cortada de entre su pueblo. Ha quebrantado Mi pacto." (Génesis 17:14)
Entonces Dios dijo a Abraham: "A Sarai, tu mujer, no la llamarás Sarai, sino que Sara (Princesa) será su nombre. (Génesis 17:15)
La bendeciré, y de cierto te daré un hijo por medio de ella. La bendeciré y será madre de naciones. Reyes de pueblos vendrán de ella." (Génesis 17:16)
Entonces Abraham se postró sobre su rostro y se rió, y dijo en su corazón: "¿A un hombre de cien años le nacerá un hijo? ¿Y Sara, que tiene noventa años, concebirá?"
Y Abraham dijo a Dios: "¡Ojalá que Ismael viva delante de Ti!" (Génesis 17:18)
Pero Dios respondió: "No, sino que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le pondrás el nombre de Isaac; y estableceré Mi pacto con él, pacto perpetuo para su descendencia después de él. (Génesis 17:19)
En cuanto a Ismael, te he oído. Yo lo bendeciré y lo haré fecundo y lo multiplicaré en gran manera. El será el padre de doce príncipes y haré de él una gran nación. (Génesis 17:20)

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Génesis 17:17 - Referencia Cruzada

Pues sucedió que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel del SEÑOR ascendió en la llama del altar. Al ver esto, Manoa y su mujer cayeron rostro en tierra. (Jueces 13:20)
Y salió fuego de la presencia del SEÑOR que consumió el holocausto y los pedazos de grasa sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo aclamó y se postró rostro en tierra. (Levítico 9:24)
Sara se rió para sus adentros, diciendo: "¿Tendré placer después de haber envejecido, siendo también viejo mi señor?" (Génesis 18:12)
Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: "Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne (de todo ser humano), cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación?" (Números 16:22)
Entonces Abram se postró sobre su rostro y Dios habló con él: (Génesis 17:3)
Sara dijo: "Dios me ha hecho reír; cualquiera que lo oiga se reirá conmigo." (Génesis 21:6)
Entonces me postré delante del SEÑOR como al principio, por cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua, a causa de todo el pecado que habían cometido al hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR, provocando así Su ira. (Deuteronomio 9:18)
Cuando tomó el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero. Cada uno tenía un arpa y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos. (Apocalipsis 5:8)
Entonces Moisés y Aarón cayeron sobre sus rostros en presencia de toda la asamblea de la congregación de los Israelitas. (Números 14:5)
Apártense de en medio de esta congregación, para que Yo la destruya en un instante." Entonces ellos cayeron sobre sus rostros. (Números 16:45)
El se acercó adonde yo estaba, y cuando llegó, me aterroricé y caí sobre mi rostro, pero él me dijo: "Entiende, hijo de hombre, que la visión se refiere al tiempo del fin." (Daniel 8:17)
David alzó sus ojos y vio al ángel del SEÑOR que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros. (1 Crónicas 21:16)
Como el aspecto del arco iris que aparece en las nubes en un día lluvioso, así era el aspecto del resplandor en derredor. Tal era el aspecto de la semejanza de la gloria del SEÑOR. Cuando lo vi, caí rostro en tierra y oí una voz que hablaba. (Ezequiel 1:28)
Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas. (Josué 7:6)
Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto puesto que tenía como cien años, y también la esterilidad de la matriz de Sara. (Romanos 4:19)
Entonces me postré delante del SEÑOR los cuarenta días y cuarenta noches, lo cual hice porque el SEÑOR había dicho que los iba a destruir. (Deuteronomio 9:25)
No," respondió; "más bien yo vengo ahora como capitán del ejército del SEÑOR." Y Josué se postró en tierra, le hizo reverencia, y dijo: "¿Qué tiene que decirle mi señor a su siervo?" (Josué 5:14)
Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, (Job 1:20)
Entrando en la casa, vieron al Niño con Su madre María, y postrándose Lo adoraron; y abriendo sus tesoros Le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. (Mateo 2:11)
Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en sus tronos, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios, (Apocalipsis 11:16)
Abraham, el padre de ustedes, se regocijó esperando ver Mi día; y lo vio y se alegró." (Juan 8:56)