Viajando hacia la perfección 2
Dr. Roberto Miranda(Audio: Español)
Segunda de Pedro, Capítulo 1. Yo quiero continuar con esta serie de mensajes, que se tornó en una serie de mensajes --no estaba intencionado así-- acerca de ser partícipes de la naturaleza divina, ser participantes, tener comunión íntima con la naturaleza de Dios, su carácter, su forma de ser. Convertirnos en reflexión, un reflejo de la gloria y la personalidad divina y cómo Dios nos llama a añadir diferentes cualidades a nuestra vida, de las cualidades que caracterizan el carácter de Dios. Segunda de Pedro, Capítulo 1, vamos a comenzar con el versículo 3. El apóstol Pablo y, de nuevo alguna de las cosas las voy a repetir un poquito, pero voy a hacer como hilvanando, repito un poquito, voy hacia adelante, hacia adelante. Yo le he preguntado a mis hermanos si ellos sienten que vale la pena este tipo de reflexión, detenida, detallada, minuciosa. Y me dicen que sí, así que yo, pues, no quiero estar dando nada que ustedes no aprecien en última instancia. Si ustedes sienten que es del Señor, lo hago y por eso estoy insistiendo en estas cosas.
Versículo 3 dice, "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, nos han sido dadas." Recuerden lo que les decía, que Pablo, como que usa una forma muy elaborada de hilvanar sus pensamientos, era un hombre de pensamiento complejo. A veces las introducciones de Pablo son más importantes que la misma parte, que supuestamente, es la más importante. "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad, nos han sido dadas por su divino poder mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegásemos a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia."