La Prosperidad - El aún de Dios
Dr. Roberto Miranda
(Audio: Español)
RESUMEN: En este sermón se habla de la prosperidad en nuestras vidas y cómo podemos lograrla usando los principios del Reino de Dios. El orador enfatiza que el Evangelio debe penetrar todas las áreas de nuestra vida, no solo la espiritual, y que debemos aprender a usar los principios del Reino de Dios para generar prosperidad en todas las dimensiones de nuestra vida. Un principio esencial para esto es el dar generosamente al Señor, a la iglesia y a los demás. También se menciona el ejemplo de Daniel como un joven que se negó a comer la comida sacrificada a los ídolos babilonios para honrar a su Dios, lo que demuestra el principio de que cuando uno sufre pérdida o se pone en desventaja para honrar u obedecer al Señor, Dios se agrada y se compromete a bendecirnos.
El principio estructural del Reino de Dios es que cuando te debilitas o empobreces para agradarlo o servirlo, Él te repone lo perdido y te da aún más. Este principio se manifiesta en prácticas como el diezmo o el ayuno. Si te pones en desventaja, te debilitas en tus finanzas o reduces tu cantidad de comida, Dios te bendecirá y prosperará. Si retienes más de lo justo, vienes a pobreza espiritual en tu vida. Es importante darle al Señor, a tu iglesia y a los demás generosamente. Dios ama a la gente generosa.
Dios quiere bendecirnos, pero debemos darle generosamente de todo, tiempo, talento, dones, energías, emociones, todo. Debemos ser apasionados con Dios y confiar en Él. Él nos bendecirá más allá de lo que imaginamos. Debemos arrepentirnos del egoísmo y el materialismo y darle al Señor. Debemos aplicar los principios de la palabra de Dios y seremos prosperados y bendecidos. Dios ama a los generosos.
El principio estructural del Reino de Dios es que cuando te debilitas o empobreces para agradarlo o servirlo, Él te repone lo perdido y te da aún más. Este principio se manifiesta en prácticas como el diezmo o el ayuno. Si te pones en desventaja, te debilitas en tus finanzas o reduces tu cantidad de comida, Dios te bendecirá y prosperará. Si retienes más de lo justo, vienes a pobreza espiritual en tu vida. Es importante darle al Señor, a tu iglesia y a los demás generosamente. Dios ama a la gente generosa.
Dios quiere bendecirnos, pero debemos darle generosamente de todo, tiempo, talento, dones, energías, emociones, todo. Debemos ser apasionados con Dios y confiar en Él. Él nos bendecirá más allá de lo que imaginamos. Debemos arrepentirnos del egoísmo y el materialismo y darle al Señor. Debemos aplicar los principios de la palabra de Dios y seremos prosperados y bendecidos. Dios ama a los generosos.
Estamos hablando acerca de la prosperidad en estos domingos. Cómo vivir vidas prósperas, bendecidas, exitosas. ¿Cuántos quieren vivir vidas exitosas y prósperas?
¿Cómo vivir vidas prósperas? De eso estamos hablando en estos domingos, cómo vivir vidas prósperas, cómo llegar a ese estado de prosperidad que es nuestra herencia como hijos de Dios porque Cristo vino para que tengamos ¿qué? Vida, y vida en abundancia. Eso es prosperidad. Es disfrutar de la vida. ¿Saben que hay personas, que yo en realidad, les predico el Evangelio, y les digo “acepta a Cristo personalmente y entra en una vida más profunda con El”, no tanto porque necesite ser salvo, porque yo creo ya en su corazón creen en Jesús y lo conocen como hijo de Dios, pero simplemente es porque no han entrado en la plenitud de vida que Dios ha declarado para ellos. Simplemente han recibido a Cristo pero no han aprendido cómo usar los principios del Reino de Dios para generar prosperidad en sus vidas. Hay tanto cristiano que está en el reino, son salvos, se van a ir al cielo con todo y zapatos, pero aquí en la tierra están viviendo una vida miserable y apocada porque no saben usar las leyes del Reino de Dios, no saben usar los principios que llevan a la prosperidad.
¿Cómo vivir vidas prósperas? De eso estamos hablando en estos domingos, cómo vivir vidas prósperas, cómo llegar a ese estado de prosperidad que es nuestra herencia como hijos de Dios porque Cristo vino para que tengamos ¿qué? Vida, y vida en abundancia. Eso es prosperidad. Es disfrutar de la vida. ¿Saben que hay personas, que yo en realidad, les predico el Evangelio, y les digo “acepta a Cristo personalmente y entra en una vida más profunda con El”, no tanto porque necesite ser salvo, porque yo creo ya en su corazón creen en Jesús y lo conocen como hijo de Dios, pero simplemente es porque no han entrado en la plenitud de vida que Dios ha declarado para ellos. Simplemente han recibido a Cristo pero no han aprendido cómo usar los principios del Reino de Dios para generar prosperidad en sus vidas. Hay tanto cristiano que está en el reino, son salvos, se van a ir al cielo con todo y zapatos, pero aquí en la tierra están viviendo una vida miserable y apocada porque no saben usar las leyes del Reino de Dios, no saben usar los principios que llevan a la prosperidad.
