Encuentra el propósito de tu vida

RESUMEN: La historia del "Muñeco de Jengibre" nos recuerda que Dios nos creó y nos compró con la vida de su hijo Jesucristo. Todos tenemos un don único que debemos usar para cumplir el propósito que Dios tiene para nosotros en este mundo. Oremos para que Dios nos dé la convicción y el amor para ser mensajeros de paz y llevar su luz donde quiera que vayamos.

Una historia que le encanta a los niños es la de "El Muñeco de Jengibre". Hay diferentes versiones y recientemente escuché la siguiente:

Una niñas estaba horneando galletas y horneó un muñeco de jengibre. Cuando lo sacó del horno lo dejó enfriar lo decoró y cuando le colocó el segundo ojo, el muñeco saltó a la ventana y de la ventana a la calle y corrió. La niña salió a la calle, corrió para alcanzarlo y vio cuando el muñeco entró a una pastelería. Ella lo siguió a la pastelería y lo vio sentado en una vitrina, entonces le dijo al pastelero: “ese muñeco de jengibre es mío.” El pastelero respondió: “ese muñeco cuesta diez centavos.” La niña salió triste, pero se fue a la casa vendió todas sus muñecas que tanto quería y completó los diez centavos. Entonces regresó a la pastelería y le dijo al vendedor “aquí están los diez centavos por el muñeco de jengibre” el pastelero se sorprendió pero le entregó el muñeco. Cuando salieron a la calle, la niña tomó el muñeco del cuello y le dijo: “escúchame bien yo te hice, y ahora te compré, entonces eres completamente mío.”