Nueva Biblia Latinoamericana
Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día en que el SEÑOR Dios hizo la tierra y los cielos. (Génesis 2:4)
Aún no había ningún arbusto del campo en la tierra, ni había aún brotado ninguna planta del campo, porque el SEÑOR Dios no había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre para labrar la tierra. (Génesis 2:5)
Pero se levantaba de la tierra un vapor que regaba toda la superficie del suelo. (Génesis 2:6)
Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Y el SEÑOR Dios plantó un huerto hacia el oriente, en Edén, y puso allí al hombre que había formado. (Génesis 2:8)
El SEÑOR Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer. Asimismo, en medio del huerto, hizo brotar el árbol de la vida y el árbol del conocimiento (de la ciencia) del bien y del mal. (Génesis 2:9)
Del Edén salía un río para regar el huerto, y de allí se dividía y se convertía en otros cuatro ríos. (Génesis 2:10)

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Génesis 2:7 - Referencia Cruzada

Ponga el SEÑOR, Dios de los espíritus de toda carne, un hombre sobre la congregación, (Números 27:16)
¡Cuánto más a los que habitan en casas de barro, Cuyos cimientos están en el polvo, Que son aplastados como la polilla! (Job 4:19)
Así también está escrito: "El primer HOMBRE, Adán, FUE HECHO ALMA VIVIENTE." El último Adán, espíritu que da vida. (1 Corintios 15:45)
Pero ellos cayeron sobre sus rostros, y dijeron: "Oh Dios, Dios de los espíritus de toda carne (de todo ser humano), cuando un hombre peque, ¿te enojarás con toda la congregación?" (Números 16:22)
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros. (2 Corintios 4:7)
Porque mientras haya vida en mí, Y el aliento de Dios esté en mis narices, (Job 27:3)
El primer hombre es de la tierra, terrenal (hecho del polvo); el segundo hombre es del cielo. (1 Corintios 15:47)
Entonces el polvo volverá a la tierra como lo que era, Y el espíritu volverá a Dios que lo dio. (Eclesiastés 12:7)
Al contrario, ¿quién eres tú, oh hombre, que le contestas a Dios? ¿Dirá acaso el objeto modelado al que lo modela: "Por qué me hiciste así?" (Romanos 9:20)
ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas. (Hechos 17:25)
Porque El sabe de qué estamos hechos, Se acuerda de que sólo somos polvo. (Salmos 103:14)
Todos van a un mismo lugar. Todos han salido del polvo Y todos vuelven al polvo. (Eclesiastés 3:20)
Además, tuvimos padres terrenales para disciplinarnos, y los respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos? (Hebreos 12:9)
Todo aquello en cuya nariz había aliento de espíritu de vida, todo lo que había sobre la tierra firme, murió. (Génesis 7:22)
Dejen de considerar al hombre, cuyo soplo de vida está en su nariz. Pues ¿en qué ha de ser él estimado? (Isaías 2:22)
Tiempo de rasgar, y tiempo de coser; Tiempo de callar, y tiempo de hablar; (Eclesiastés 3:7)
Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho; Maravillosas son Tus obras, Y mi alma lo sabe muy bien. (Salmos 139:14)
Profecía, palabra del SEÑOR acerca de Israel. El SEÑOR que extiende los cielos, pone los cimientos de la tierra y forma el espíritu del hombre dentro de él, declara: (Zacarías 12:1)
Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos. (2 Corintios 5:1)
Sepan que El, el SEÑOR, es Dios; El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo Suyo somos y ovejas de Su prado. (Salmos 100:3)
Pero ahora, oh SEÑOR, Tú eres nuestro Padre, Nosotros el barro, y Tú nuestro alfarero; Obra de Tus manos somos todos nosotros. (Isaías 64:8)
Lámpara del SEÑOR es el espíritu del hombre Que escudriña lo más profundo de su ser. (Proverbios 20:27)
Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. (Juan 20:22)
El Espíritu de Dios me ha hecho, Y el aliento del Todopoderoso (Shaddai) me da vida. (Job 33:4)
Y el SEÑOR Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual fue tomado. (Génesis 3:23)
Yo, al igual que tú, pertenezco a Dios; Del barro yo también he sido formado. (Job 33:6)
Con el sudor de tu rostro Comerás el pan Hasta que vuelvas a la tierra, Porque de ella fuiste tomado; Pues polvo eres, Y al polvo volverás." (Génesis 3:19)