Nueva Biblia Latinoamericana
Entonces el SEÑOR dijo: "Mi Espíritu no luchará para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días 120 años." (Génesis 6:3)
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y ellas les dieron hijos. Estos son los héroes (valientes) de la antigüedad, hombres de renombre. (Génesis 6:4)
El SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era sólo hacer siempre el mal. (Génesis 6:5)
Y al SEÑOR Le pesó haber hecho al hombre en la tierra, y sintió tristeza en Su corazón.
Entonces el SEÑOR dijo: "Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado, desde el hombre hasta el ganado, los reptiles y las aves del cielo, porque Me pesa haberlos hecho." (Génesis 6:7)
Pero Noé halló gracia ante los ojos del SEÑOR. (Génesis 6:8)
Estas son las generaciones de Noé. Noé era un hombre justo, perfecto (íntegro) entre sus contemporáneos. Noé siempre andaba con Dios. (Génesis 6:9)

Otras publicaciones relacionadas con "Génesis 6:6":

Brandt Gillespie
David grita
El Salmo 51 es un relato sobre el arrepentimiento de David y el perdón divino.


Dr. Roberto Miranda
Buena semilla, pero mala tierra
El Capítulo 13 de Números relata la historia de los hebreos que se preparan para entrar en la Tierra Prometida, pero la primera generación de hebreos no pudo entrar debido a su incredulidad y falta de fe. Solo Caleb y Josué, quienes le creyeron a Dios, alcanzaron la bendición. Este artículo nos exhorta a convertirnos en tierra fértil para recibir las semillas de bendición que Dios quiere plantar en nosotros.


Génesis 6:6 - Referencia Cruzada

¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá le dieron muerte a Miqueas? ¿No temió él al SEÑOR y suplicó el favor del SEÑOR, y el SEÑOR se arrepintió del mal que había pronunciado contra ellos? Nosotros, pues, estamos cometiendo un gran mal contra nosotros mismos." (Jeremías 26:19)
Y el SEÑOR desistió de hacer el daño que había dicho que haría a Su pueblo. (Éxodo 32:14)
¿Con quiénes se disgustó por cuarenta años? ¿No fue con aquéllos que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? (Hebreos 3:17)
Y se acordó de Su pacto por amor a ellos, Y se arrepintió conforme a la grandeza de Su misericordia. (Salmos 106:45)
¿Cómo podré abandonarte, Efraín? ¿Cómo podré entregarte, Israel? ¿Cómo podré Yo hacerte como a Adma? ¿Cómo podré tratarte como a Zeboim? Mi corazón se conmueve dentro de Mí, Se enciende toda Mi compasión. (Oseas 11:8)
Porque Yo, el SEÑOR, no cambio; por eso ustedes, oh hijos de Jacob, no han sido consumidos. (Malaquías 3:6)
Por cuarenta años Me repugnó aquella generación, Y dije: "Es un pueblo que se desvía en su corazón Y no conocen Mis caminos. (Salmos 95:10)
También la Gloria de Israel no mentirá ni cambiará su propósito, porque El no es hombre para que cambie de propósito." (1 Samuel 15:29)
¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que Me temieran, y guardaran siempre todos Mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre! (Deuteronomio 5:29)
Porque el SEÑOR vindicará a Su pueblo Y tendrá compasión de Sus siervos, Cuando vea que su fuerza se ha ido, Y que nadie queda, ni siervo ni libre. (Deuteronomio 32:36)
El SEÑOR ha jurado y no se retractará: "Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec." (Salmos 110:4)
POR LO CUAL YO ME DISGUSTE CON AQUELLA GENERACION, Y DIJE: 'SIEMPRE SE DESVIAN EN SU CORAZON, Y NO HAN CONOCIDO MIS CAMINOS;' (Hebreos 3:10)
Cuando el ángel extendió su mano hacia Jerusalén para destruirla, el SEÑOR se arrepintió del mal, y dijo al ángel que destruía al pueblo: "¡Basta! ¡Detén ahora tu mano!" Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Arauna el Jebuseo. (2 Samuel 24:16)
¡Cuántas veces se rebelaron contra El en el desierto, Y Lo entristecieron en las soledades! (Salmos 78:40)
pero si esa nación contra la que he hablado se vuelve de su maldad, me arrepentiré del mal que pensaba traer sobre ella. (Jeremías 18:8)
Después Dios envió un ángel a Jerusalén para destruirla; pero cuando estaba a punto de destruirla, el SEÑOR miró y sintió pesar por la calamidad, y dijo al ángel destructor: "Basta, detén ahora tu mano." Y el ángel del SEÑOR estaba junto a la era de Ornán el Jebuseo. (1 Crónicas 21:15)
Diles: 'Vivo Yo,' declara el Señor DIOS 'que no me complazco en la muerte del impío, sino en que el impío se aparte de su camino y viva. Vuélvanse, vuélvanse de sus malos caminos. ¿Por qué han de morir, oh casa de Israel?' (Ezequiel 33:11)
Cuando Dios vio sus acciones, que se habían apartado de su mal camino, entonces Dios se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo. (Jonás 3:10)
Y no entristezcan al Espíritu Santo de Dios, por el cual fueron sellados para el día de la redención. (Efesios 4:30)
¡Si tan sólo hubieras atendido a Mis mandamientos! Entonces habría sido tu paz como un río, Y tu justicia como las olas del mar. (Isaías 48:18)
Rasguen su corazón y no sus vestidos." Vuelvan ahora al SEÑOR su Dios, Porque El es compasivo y clemente, Lento para la ira, abundante en misericordia, Y se arrepiente de infligir el mal. (Joel 2:13)
Toda buena dádiva y todo don perfecto viene de lo alto, desciende del Padre de las luces, con el cual no hay cambio ni sombra de variación. (Santiago 1:17)
Pero ellos se rebelaron Y afligieron Su Santo Espíritu; Por lo cual El se convirtió en su enemigo Y peleó contra ellos. (Isaías 63:10)
Ojalá que fueran sabios, que comprendieran esto, Que comprendieran su futuro. (Deuteronomio 32:29)
Cuando Jesús se acercó, al ver la ciudad, lloró sobre ella, (Lucas 19:41)
Me pesa haber hecho rey a Saúl, porque ha dejado de seguirme y no ha cumplido Mis mandamientos." Y Samuel se conmovió, y clamó al SEÑOR toda la noche. (1 Samuel 15:11)
¡Oh, si Mi pueblo me oyera, Si Israel anduviera en Mis caminos! (Salmos 81:13)
Porque los dones y el llamamiento de Dios son irrevocables. (Romanos 11:29)
Samuel no vio más a Saúl mientras vivió. Y Samuel lloraba por Saúl, pues el SEÑOR se había arrepentido de haber puesto a Saúl por rey sobre Israel. (1 Samuel 15:35)
Veo a los malvados y me repugnan, Porque no guardan Tu palabra. (Salmos 119:158)
Por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de Su propósito, interpuso (garantizó) un juramento, (Hebreos 6:17)
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre, para que se arrepienta. ¿Lo ha dicho El, y no lo hará? ¿Ha hablado, y no lo cumplirá? (Números 23:19)