Los cántaros que llevamos no nos dejan servir a Dios

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RESUMEN: La desilusión puede venir a nuestra vida cuando las cosas no son como las esperamos y hay un vacío en lo que deseamos y lo que sucede en realidad. Las expectativas nacen de deseos insatisfechos y necesidades que aún no están siendo satisfechas por Dios. La desilusión puede cambiar nuestro carácter y generar temores infundados. Nunca debemos tomar decisiones equivocadas por una desilusión. Lo mejor de Dios está por venir y tenemos que creer que los mejores años de nuestra vida están por venir. En la desilusión, hay que llorar todo lo que queramos, pero no podemos quedarnos llorando toda la vida. Debemos decidir cuándo dejar de llorar y empezar a caminar con Dios.

La desilusión puede detenernos en nuestra obra para Dios, pero debemos llorar, rendir nuestra desilusión a los pies de Dios, esperar en Él, cambiar nuestra perspectiva y tomar acción. Es el momento de dejar cualquier cántaro que nos detenga en el propósito de Dios y comprometernos a servirle como Él quiere que lo hagamos. Dios nos llama a incrementar nuestro servicio y a ser renovados en nuestra fuerza y amor por los demás. Debemos estar dispuestos a ser usados por Él en todo lo que tenemos y somos.

Quiero invitar a nuestra predicadora, a Olguita Martínez, la doctora Olguita Martínez, que pase por aquí. Vamos a dejar que el Señor nos hable, ustedes conocen a la hermana Olguita Martínez. Dios te bendiga hermana. Un gusto tenerte aquí con nosotros y adelante.

Te pedimos delante de ti para que tu palabra sea la que salga a través de mi boca y de mi espíritu pueda tocar el espíritu de las demás personas.